Por: Dr. Nelson A. Muela
Exclusivo para Esmeraldas News
Esmeraldas una ciudad del Ecuador tan vulnerable como estratégica, la estructura de su territorio ha sido plasmada por pésimas autoridades y mala planificación urbanística territorial.
Existe una debilidad en las decisiones políticas ya sea por el perfil del funcionario público que desde hace décadas ha ido sumando para generar una bomba socio – sanitaria. Luego de la pandemia de COVID 19 nos dimos cuenta de que sin salud no existe un desarrollo adecuado social.
El desorden urbanístico territorial y la falta de control cantonal han permitido que muchos hermanos esmeraldeños por su necesidad primaria de techo se vayan ubicando en áreas de riesgo.
El pasado 3 de junio no fue la excepción, con pronósticos no tan alentadores para los próximos meses, las curvas predictivas para enfermedades se elevan exponencialmente. Es que la falta de tratamiento de aguas residuales, las industrias aceiteras a lo largo del río sin control que desechan sus productos, la industria de refinación de combustible y el desecho biológico, provoca una mezcolanza, que en 7 a 10 días de incubación tendrá sus efectos de salud en las personas afectadas por la inundación.
Estos problemas van a seguir latentes difíciles de controlar si no hay voluntad de corregir los errores, que en cada administración se repiten para beneficios de un grupo de personas, perjudicando a nuestros hermanos esmeraldeños.
A propósito de esto, les dejo una nota publicada por un medio nacional que fortalece lo señalado anteriormente:
El lodo pestilente y la abundancia de mosquitos siguen siendo obstáculos para las familias que tratan de volver a la normalidad, cuatro días después de que el desbordamiento del río Teaone provocó severas inundaciones en distintos barrios del sur de Esmeraldas.
Las lluvias que han caído en las últimas horas en la capital provincial han provocado un aumento considerable de lodo en las calles de los barrios afectados por el temporal. A esto se suma que el sistema de alcantarillado de estos sectores está colapsado, por lo que más aguas servidas se han mezclado con el lodo ya existente, generando olores nauseabundos y exponiendo a la población a enfermedades.
Pablo Carpio, morador del barrio Nueva Concordia 2, ubicado a las orillas del río Teaone, asegura que para hacer sus necesidades básicas los vecinos deben buscar un sitio en medio de la maleza o hacerlo a la orilla del río. Esto debido a que los baños de las viviendas están obstruidos por lodo y basura.
«Es inhumano lo que estamos viviendo en este barrio y en muchos sectores de Esmeraldas. No nos hemos bañado hace cuatro días porque no hay agua potable».Pablo Carpio, afectado en Esmeraldas
Y debido a la presencia de lodo acumulado y aguas estancadas, los mosquitos hacen de las suyas principalmente en la noche, lo cual no permite a las personas descansar después de las extenuantes jornadas de limpieza a las que se enfrentan día a día.
«Ni los sumerios que hacemos espantan a los mosquitos. La gente simplemente no duerme porque no tenemos toldos para protegernos», aseguró Carmen Arroyo, moradora del barrio Propicia 4, dónde hasta este jueves el lodo llegaba más arriba del tobillo.
Sin embargo, la situación podría complicarse y ser mucho peor de lo que ya es, según el doctor Franklin Castro, quien explica que, si no se toman medidas urgentes para limpiar las calles y habilitar el sistema de alcantarillado en las zonas afectadas, Esmeraldas podría enfrentarse en el corto plazo a una epidemia sin precedentes.
«La gente sigue caminando en el lodo contaminado sin ninguna protección. En las zonas afectadas no vemos brigadas médicas, no se están entregando medicamentos a la gente y eso puede traer consecuencias muy graves como enfermedades en la piel e intestinales. Se deben fumigar todos estos sectores para evitar que se desate una pandemia de dengue o paludismo» afirma Castro.
Con palas y escobas, los esmeraldeños tratan de retirar el lodo de las calles, donde además de lodo hay enseres que ya no sirven y que se convirtieron en basura y por ende en un foco de contaminación.
«Necesitamos que las autoridades nos ayuden con maquinaria para sacar el lodo de las calles. Que el Cuerpo de Bomberos nos ayude con agua para limpiar nuestras casas porque tenemos ya cuatro días limpiando y pareciera que no vamos a terminar nunca», pidió Ermita Bone, habitante del barrio 50 Casas.